2009/12/25

Sociedad


Venir, venir es nacer, nacer es actuar en un teatro, actuar es venir, venir es vivir, vivir cada obra con el mismo papel de siempre.
Al final somos influencia, cultura, deseos, censuras, religion, aversion, gustos, todo en un misco frasco, aprendizajes programados, el culpable sois, somos, pero lo esperado, lo que se anhela es un camino implicito mas o menos recto.
Cuando nos demos cuenta que no hay nadie a quien decepcionar, ni debemos nada a papa y mama por darnos la vida, es una casualidad no eleccion, un accidente maravilloso, el mejor que puedes sufrir, no existen recuerdos de nacimiento ni elecciones o firmas en un papel por venir a este mundo, nosotros las personas hemos querido tener hijos, no tenerte a ti exactamente, eres fruto del azar y un frasco. Por que entonces estar en deuda? si tienes que decepcionar/enfadar a alguien, que seas tu mismo, que hay de malo en cometer errores y un dia cualquiera redimirte con una buena obra? mal visto por la sociedad, pero incluso la escoria tiene su corazon, el analfabeto sabe amar y el drogado llora.
Debemos aceptar que de diez charlar distintas, una persona, dos o todas recibiran una imagen negativa de nosotros, pero al final existe ese alguien que encuentra agradable tu compañia, tus palabras y actos. No podemos pretender ser el centro de atencion de la luz, esto es una democracia abierta e hipocrita.
Lo que cuenta es la felicidad, y para eso, a pesar de lo material, de la compañia, de lo estetico, del placer; a pesar de herramientas tan utiles, somos nosotros quienes a veces reimos solos, hablamos, solos, nos miramos al espejo, en el agua, lloramos, nos levantamos y nos caemos, repetimos hasta lo insaciable el buen o mal camino, nos agotamos y arruinamos.
Que decir, pretender ser o ser simplemente, una educacion ciega, un mundo encadenado, unos niños sin libertad de pensamiento, unos adultos censurados.
Tengo ideas como camino alternativo a estas rutas actuales, me llena la cabeza pensar en que la miseria mas que fisica es mental, una sociedad ya gris, dos pueblos enfrentados, tres razones para morir, cuatro elementos naturales, cinco años de horrores, seis años, siete años, ocho niños jugando, nueve segundos son una vida y no hay paraiso posible, una vez lo hubo y desaparecio entre el desierto urbano actual.
Tenemos que despertar de lo que secunda la pesadilla actual, una nube, una masa triste casi inerte pensando en el futuro como solucion a un presente lento y desgarrador, un pasado...

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